¿Pueden estar relacionados los dolores musculares con la ansiedad?
¿Has notado últimamente que ese estado de nerviosismo que tienes de fondo viene acompañado de dolores musculares? Pueden manifestarse en el cuello, en la cabeza o en la zona lumbar, pero aparecen sin la menor duda. Pues bien, tienes que saber que la ansiedad y el dolor muscular están más que relacionados, algo que los fisioterapeutas de habla inglesa y los médicos en Barcelona sabemos a la perfección. En Medvisit vamos a explicarte algunas de las claves de esta relación.
¿Qué es la ansiedad?
Por sí misma, la ansiedad no es en absoluto una enfermedad. Al contrario, se trata de un mecanismo evolutivo que nos ha permitido como especie llegar hasta aquí. Cuando un peligro nos acechaba en otros tiempos, como por ejemplo si nos perseguía un animal salvaje, el cuerpo comenzaba a activar una serie de mecanismos de huida y defensa que permitían afrontarlo.
Pues bien, esos mecanismos son los que hoy conocemos como ansiedad. El problema es que en la actualidad no hay ningún depredador esperando devorarnos, al menos en la mayoría de los ambientes donde vivimos. Es más, nuestras vidas son muy seguras y confortables, pero la ansiedad, lejos de desaparecer, sigue acompañándonos.
Pero ahora ya no la provocan estímulos físicos, sino las condiciones de vida a las que estamos impuestos. El pago del alquiler o la hipoteca, el riesgo de perder el trabajo o el miedo irracional a que algo malo vaya a suceder son factores que activan los circuitos de la ansiedad.
Cuando la ansiedad aparece suceden varias cosas en el organismo:
- Aumento de la presión arterial.
- Mayor congestión de los músculos.
- Secreción de hormonas relacionadas con el estrés.
- Focalización del pensamiento en el problema.
- Disminución de tareas secundarias del organismo como la nutrición.
Si cogemos todos estos rasgos, son ideales para huir de un depredador, pero no para afrontar el estrés diario del trabajo ni si temes perder tu empleo, y menos aún si esta es una posibilidad remota.
Lo que no conviene perder de vista es que la ansiedad es un proceso tanto físico como mental. Es más, no deberíamos hablar de las dos cosas por separado. Mente y cuerpo funcionan de forma conjunta, de ahí que un problema psicológico como la ansiedad pueda traducirse en molestias musculares.
Por qué hay dolores musculares relacionados con la ansiedad
Las repercusiones físicas de la ansiedad son variadas y muy frecuentes. Un reciente estudio hecho en centros de atención primaria de España revelaba que las personas con ansiedad diagnosticada reportaban también dolor muscular en más de un 70 % de los casos.
Como antes hemos señalado, en cuanto el mecanismo de la ansiedad se activa, hay una respuesta fisiológica que lo acompaña. Esta incluye efectos como la rigidez muscular, necesaria para afrontar un peligro físico.
Ahora bien, en ocasiones este peligro no existe y la ansiedad es una sensación que se suele mantener presente en muchos pacientes durante bastante tiempo. Así, la sobreactivación de los músculos es algo que termina siendo perjudicial, y es que nuestra masa muscular no está hecha para funcionar de esta forma.
La sobreactivación muscular acompañada de la secreción de hormonas relacionadas con el estrés es algo que puede provocar en poco tiempo contracturas y otros daños musculares. Esto sucede concretamente en zonas localizadas como las lumbares o las cervicales. Estas son precisamente las áreas de las que más suelen quejarse los pacientes con ansiedad.
Como salta a la vista, no es complicado ver que la ansiedad y los dolores musculares van de la mano en una gran cantidad de ocasiones.
Algunos ejercicios para aliviar dolores derivados de la ansiedad
Vaya por delante que lo mejor que se puede hacer frente a los problemas de ansiedad es aliviarlos a nivel mental, algo para lo que funcionan las técnicas de relajación como el mindfulness. Es más, con este tipo de terapias se puede conseguir un alivio también de la tensión muscular, por lo que pueden ser el primer paso para aliviar los dolores musculares.
Pero también hay que trabajar la musculatura de forma directa. Una sencilla rutina de estiramientos de unos 15 minutos de duración puede ser realmente efectiva. Con ella se consigue reactivar la circulación sanguínea en zonas localizadas y relajarlas al mismo tiempo.
Junto con ello, se pueden emplear accesorios de fitness como pelotas o rodillos de masaje. Se puede ejercer con ellos una suave presión en la zona tensionada para conseguir relajar la musculatura, por lo que pueden ser el modo ideal de aliviar el dolor.
Por supuesto, acudir a un servicio de masaje o a un fisioterapeuta de habla inglesa en caso de que haya alguna lesión es fundamental. Estos tratamientos, que parecen localizados en el problema muscular, también pueden liberar el estrés y causar importantes beneficios a nivel psicológico.
En definitiva, dolor muscular y ansiedad son compañeros casi inseparables, aunque lo bueno es que se puede luchar contra ellos de forma efectiva. Si sufres este problema habitualmente, contacta con médicos en Barcelona para que puedan ayudarte a resolverlo.