Consejos para aliviar el dolor de garganta

Desde hace algunas semanas, nuestro equipo de médicos atiende pacientes con un problema común: dolor de garganta severo.
No es un problema de salud serio, pero es molesto, especialmente en los niños ya que puede producir malestar general. Un problema que se vuelve importante cuando estás fuera de casa. Tienes algunos días libres, que has planeado y organizado con entusiasmo. Deseas desconectar de la rutina, descubrir, conocer… y un dolor de garganta ¡no puede obligarte a posponer tus planes!

Es por eso que, con nuestro equipo médico, nos hemos puesto a trabajar para proporcionarte algunos consejos que pueden ser útiles en caso de que tú o alguien de la familia tenga dolor de garganta.

Como en otras ocasiones, es importante, antes de continuar, recordar que estas indicaciones son para personas que no tienen una patología previa. En el caso de pacientes con enfermedades, la consulta directa con el doctor siempre es la mejor opción.

Calamar la irritación
Uno de los primeros síntomas de qué nuestra garganta se inflama (faringitis) es la irritación. Nuestro equipo de médicos aconseja beber líquidos. El agua nos ayudará a mantener la garganta húmeda. También podemos tomar zumos, infusiones o caldos, si son templados, que ayudarán a calmar la sensación de irritación. En caso de fumar, debemos guardar los cigarrillos por unos días ya que el humo del tabaco es irritante.

Viajando en familia
Si viajamos con familiares o amigos, nuestros médicos insisten en evitar que nuestro entorno también sea contagie. Es por eso que es importante lavarse las manos más a menudo o taparse la boca al toser con un pañuelo y después tirarlo. También deberíamos evitar compartir comida y bebida.

Descansar
La faringitis puede presentarse acompañada de más sensación de cansancio, dolor de cabeza y dolor muscular Si este es nuestro caso, en los planes de viaje vendrá incluido un poco de descanso.

Siguiendo estas recomendaciones, después de unos días en la mayoría de los casos, el dolor desaparece Si no es así o el problema empeora con fiebre alta, dificultad respiratoria o erupciones de piel, es necesario consultar a un médico que pueda evaluar el problema y si es necesario recetar antibióticos que nos ayuden a superar la infección.